Juliet

Juliet y Estefania

Con un total de 18 burros en los dos establos, El Paraíso del Burro estaba repleto pero quien es capaz de resistirse a un burro como Juliet? Por supuesto que nosotros no.
Nadie sabe cuantos años tiene Juliet. Su cuerpo muestra las secuelas de una larga vida de trabajo muy duro. Tiene las patas delanteras muy separadas y el pecho muy dañado, su espalda tiene una curvatura muy pronunciada y eso le causa caminar con mucha dificultad.

A Juliet por ahora no le gusta que la acariciemos. Comparte el establo con otros 12 burros y ya ha aprendido a reivindocar sus derechos. Pocp a poco ya se va asentando en el santuario. Nuestro Paraíso del Burro cuenta por ahora con 19 burros...

La Temporada de las Calabazas

Marco destruyendo nuestra exibicion de otoño...

Estábamos tan orgullosos con el gran tamaño de las calabazas que habíamos cultivado en nuestro huerto que decidimos hexibirlas en la terraza.
No os imaginais lo que pasó!
Por supuesto que a Marco, uno de los burros, le vino a la cabeza la siguiente idea al darse cuenta de que vive en un paraíso: ¡Que bien que alguien ha puesto aquí estas calabazas para mí! Como podéis imaginaros, tomó un bocado de todas las calabazas y todos los días volvió a la terraza para comprovar si habíamos puesto mas calabazas para así el mordisquearlas...

Paraiso 2 - Sarah

Sarah y Todd son dos australianos quienes recientemente pasaron unas semanas con nosotros en El Paraíso de los Burros. Esta es la historia de su estancia con nosotros:

Segunda parte:
Todd también ha estado trabajando en “el valle de Todd” recogiendo basura del río y amontonando zarzas para quemar. Yo comencé lo que se ha llegado a conocer como “el muro de Sarah” ¡Qué emoción! Es un muro hecho con ruedas usadas que un grupo de voluntarios sacó de un hoyo en la finca de Marleen, hay unas 250 ruedas en total!!!! Entre los voluntarios hablamos de diferentes usos para las ruedas y con la ayuda de Marleen decidimos construir el muro entre todos. Esta decisión me alegró ya que en un principio no me dí cuenta de la tarea tan grande que supone el construirlo. Me hubiese gustado el haber podido terminar el projecto pero así doy un descanso ami espalda y dejar que otros voluntarios terminen el muro. Marleen tiene muchos proyectos en mente para realizar en dististas partes de la finca y siempre le gusta considerar ideas de otra gente.

Aquí los burros forman parte de tu vida cotidiana, a veces tienes que evitar que entren en el almacen para robar la cena de ese día. Otras veces tienes que ir en búsqueda de prófugos como Lola y Anes quienes a veces se comportan como Thelma y Louise. A veces ofreces una manzana al dormilón de Nico sin que los otros burros se enteren. El santuario es un lugar idóneo para relajarte, sientes que se te da la vienvenida, aprendes involuntariamente algo sobre los burros y sobre todo tienes oportunidades de ayudar en lo que puesdas. Estoy segura de que un día regresaremos para ver de nuevo “el valle de Todd”, “el muro de Sarah” ya terminado, volver a ver los burros y lo que mas esperamos es volver a ver a Marleen ya alojada en su nuevo hogar.
Marleen, te deseamos todo lo mejor. Muchas gracias por una experiencia tan buena.

Scones de limonada por cortesía de Pat Fitsgerald (madre de Todd)
3 tazas de arina con levadura
1 taza de nata
1 taza de sprite
½ taza de pasas de Corinto (opcional)
Se mexcla bien y trabajar la masa ligeramente
Expander la masa en unas 3 cm de grosor, cortar con el borde de un vaso pequeño y hornear a 190 durante de 8 a 10 minutos

Paraiso.......:-) Sarah

Sarah y Todd son dos australianos quienes recientemente pasaron unas semanas con nosotros en El Paraíso de los Burros. Esta es la historia de su estancia con nosotros:
Primera parte:
¡Que parte del mundo tan bonita... y no lo es solamente por los burros!!! ¿Eres un activista a favor de los animales o un ecologista? Te pregunto por que tan solo necesitas saber de alguien que ya conozca a Marleen para animarte a ayudar un poquito en el santuario- Marleen simplemente está intentando hacer lo que puede para que el mundo sea un lugar mejor y creo que lo está consiguiendo. Marleen te hace sentir como si fueses parte de su familia y te valora mucho como voluntario.


Cuando llegamos al santuario, Marleen nos enseñó nuestra rulot y nos invitó a que nos relajásemos con un vino mientras veíamos el atardecer. Esto nos ayudó a conseguirlo! Por cierto, ¡esa no fue la única vez que recivimos esa invitación! Ya se que no debemos olvidarnos de los burros y el preparar su comida mientras tomas un vino no es un trabajo difícil. Marleen siempre quiso que nos sintiésemos como parte de la familia y es este el motivo por el cual decidimos pasar el tiempo que nos quedamos en el santuario ayudando J Marleen siempre quiso que nos sintiésemos como en nuestra casa y esta actitud siempre la hemos valorado mucho. Con frecuencia nos recordó que “no importaba si en aquel momento no nos sentíamos con ánimos de trabajar” Por nuestra parte encontramos que, ¡esta es una buena actitud que te anima a ayudar siempre que puedes!

Durante los dos primeros días de nuestra estancia recogimos y comimos muchas castañas y aparentemente tanto los burros como yo misma no sabemos cuando debemos parar de comer algo que nos gusta antes de que nos siente mal. Aparentemente no nos dimos cuenta con tiempo de la cantidad de castañas que Marco había comido hasta que lo encontramos tirado por el suelo con un estómago que sonaba como si se estaba acercando una tormenta. Estoy segura de que Marco ya está buscando mas castañas tras haberse recuperado con el medicamento que Marleen tubo que darle.