domingo, 31 de agosto de 2014

Las pezuñas de los burros

La mayoría de los burros que llegan al Paraíso del Burro tienen problemas con sus cascos, muchos de los cuales son graves, ya que nunca han sido tratados por un herrador antes. Los burros viven naturalmente en condiciones pedregosas y secas y no están acostumbrados a la atmósfera húmeda y los verdes pastos de Asturias. Sus pies absorben más agua que un casco de caballo y tienen susceptibilidad por la Laminitis y por heridas e infecciones. Por tanto, es importante comprobar los cascos de los burros de forma regular con el fin de ser capaz de actuar con rapidez para detener que la infección se propague y para mantener las pezuñas  lo más limpios que posible.

Los burros en El Paraíso del Burro son tratados por un herrador cuatro veces al año y, entremedias, comprobamos y limpiamos sus cascos.  Frieda tiene algunos problemas graves debido a la mala atención en su pasado. Aquí podemos ver que Simone se está limpiando sus cascos para eliminar la suciedad y piedras; después se lava con agua estéril, se pone un antiséptico que se usa para prevenir la propagación de cualquier infección y entonces, Simone cubre su pie con una almohadilla para ayudar a sostener sus piernas y para mantener sus cascos limpios durante el día. Por la noche, cuando Frieda regresa al establo limpio y seco, se eliminan las almohadillas para que el aire pueda circular alrededor del pie.






Frieda es una buena burra. Está acostumbrada estar a pie tranquila mientras alguien limpia sus cascos. Al principio no es demasiado dispuesta a caminar sobre sus almohadillas, pero muy rápidamente se adapta y parece caminar mejor, ya que sus cascos dan menos dolor.

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